¡¡¡Y no era la estrategia… sino el momento!!!

15 MAYO, 2025

Quiero contarte algo que no siempre se comparte en esta red: quebré tres veces antes de construir un negocio próspero y alineado. No fue por falta de talento, ni por no invertir en formaciones, ni por pereza como decimos en Colombia. Fue por algo que nadie me enseñó en la universidad, ni en las mentorías, ni en los cursos de negocio: no conocía mis propios ciclos energéticos.

Y si tú también has hecho “todo bien” y aún así no logras escalar, sigue leyendo. Porque esto puede cambiarlo todo.

📍 Primera quiebra: el negocio informal

Vendía productos por catálogo. No sabía vender, no sabía cobrar. Me daba pena pedir el pago, entregaba y confiaba. “Te transfiero después”, me decían. Y muchas veces ese “después” nunca llegó.

¿La raíz del problema? Miedo, inseguridad y desconocimiento total de mis límites y energía. Invertí más de lo que recuperé y terminé rindiéndome.

📍 Segunda quiebra: mi favorito

En pandemia creé un programa de psicología para mujeres tras rupturas. Vendió muy bien. Lo amaba. Sentía que era mi propósito. Pero al año siguiente, todo cayó. Lo intenté todo: más inversión, más trabajo, más resistencia. Y me quedé con deudas y un cansancio emocional profundo. Era como ver morir algo que amabas, sin poder salvarlo.

📍 Tercera quiebra: el salón de belleza

Monté un espacio hermoso, contraté personal, compré equipos… pero no era mi rubro. No conectaba con lo que ofrecía. Me quedé con deudas y una habitación llena de cosas difíciles de vender. Recuerdo el día que dije: “No puedo más”. Sin empleo, sin ingresos y con deudas, llamé a mi profesora de astrología… y ahí comenzó otra historia.

✨ El día que mi carta astral me mostró el camino

Estudié profundamente mi carta y descubrí lo más doloroso y liberador: todos mis lanzamientos habían sido en momentos de tensión energética. No era yo. Era el cuándo. Mi energía estaba desalineada. No era falta de estrategia, era falta de sincronía.

Decidí cerrar ciclos conscientemente. Hice duelo. Me permití renacer.

Así nació Zodiako Corporativo. Esta vez no improvisé:

🔍 Elegí el nombre con intención.
🔍 Seleccioné la fecha ideal para abrir mis redes.
🔍 Lancé en un día astrológicamente próspero.

Al mes y medio, facturé mis primeros $800. No era mucho, pero para mí, después de la ruina, fue esperanza.

Y todo cambió.

Pasé de trabajar por sobrevivir a liderar con claridad. Comencé a atraer clientas alineadas. Las ventas crecieron, y sobre todo: volvió la paz.

Y te cuento todo esto porque, si estás haciendo todo bien pero no logras avanzar, quizás no sea tu estrategia lo que está fallando. Tal vez sea el momento. Tu energía. Tu carta.

Hoy acompaño a empresarias que facturan todos los meses, pero que no logran escalar. Las ayudo a encontrar cuándo lanzar, firmar, colaborar o descansar. Porque cuando el tiempo te acompaña, todo fluye distinto.

Gracias por leerme. Y si esta historia te resonó, me encantaría saberlo:
👉 ¿Alguna vez sentiste que hacías todo bien… pero igual no funcionaba?
Te leo en los comentarios. 💬


Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *